Tener un jardín atractivo y saludable no implica necesariamente pasar horas con una manguera en la mano o depender de alguien para mantenerlo cuando no estás en casa. De hecho, un sistema de riego automático puede simplificar enormemente esta tarea, permitiéndote disfrutar de tus plantas sin preocuparte constantemente por su hidratación. Así, con una instalación adecuada, no solo ahorrarás tiempo, también optimizarás el consumo de agua y evitarás errores frecuentes, como regar demasiado o muy poco. Sin embargo, aunque pueda parecer complicado al principio, es más sencillo de lo que crees si cuentas con la información adecuada y una planificación ordenada.

En este artículo, te explicaremos cómo planificar adecuadamente tu sistema de riego, qué herramientas y materiales específicos necesitarás, los pasos concretos que debes seguir para instalarlo correctamente y cómo configurar tu programador automático para mantener cada planta en condiciones óptimas durante todo el año.

Planificación inicial del sistema

Antes de iniciar la instalación, es necesario crear un plano detallado del área que se va a regar. Esto incluye dibujar el terreno del jardín en papel cuadriculado o a escala, marcando la ubicación de plantas, árboles, arbustos y caminos. También es importante que identifiques dónde está la toma principal de agua, para determinar cómo distribuirás las tuberías. 

Otro paso clave en esta etapa es medir el caudal de agua disponible en tu hogar; para esto puedes llenar un balde de volumen conocido, cronometrar cuánto tarda en llenarse y así calcular la cantidad de agua por minuto con la que cuentas. En este caso, realiza esta prueba varias veces en diferentes horarios del día para asegurarte de obtener una medida precisa, eligiendo siempre la menor cifra obtenida para garantizar el correcto funcionamiento del sistema.

También debes identificar la presión del agua que llega a tu domicilio usando un manómetro. Con estos datos claros, podrás definir cuántos aspersores necesitarás, de qué tipo, y cuántas válvulas serán necesarias para asegurar que cada zona reciba el volumen adecuado de agua.

Instalación paso a paso del sistema de riego automático

Una vez que tienes la planificación clara, sigue estos pasos para instalar el sistema de manera fácil y ordenada en tu jardín:

  1. Marcado del terreno: Coloca estacas o cuerdas en los puntos donde colocarás los aspersores y traza el recorrido de las tuberías según el plano, para facilitar las excavaciones posteriores..
  2. Excavación de zanjas: Usando una pala o un palote, realiza zanjas en forma de «V» de unos 20 centímetros de profundidad, suficientes para alojar cómodamente las tuberías y permitir cubrirlas adecuadamente después.
  3. Instalación de los aspersores: Conecta cada aspersor a la tubería principal con adaptadores adecuados. Recuerda utilizar conectores en forma de “T” o de “L” según la distribución del jardín para facilitar el paso del agua.
  4. Instalación de válvulas: Coloca las válvulas solenoides en un punto central y protegido, preferiblemente dentro de una caja especial para evitar daños o accesos no autorizados.
  5. Cortador de tubos de PVC: Herramienta esencial para cortar los tubos con exactitud y sin dañar los bordes, previniendo filtraciones futuras. Ubícalos a nivel del suelo o ligeramente sobresalientes, dependiendo del tipo de aspersor elegido.
  6. Purgado del sistema: Antes de fijar definitivamente los aspersores, abre las válvulas para limpiar las tuberías de cualquier residuo o partícula que pueda obstruir el flujo del agua más adelante.
  7. Conexión eléctrica: Une los cables de las válvulas al programador automático, cuidando de aislar correctamente las conexiones para protegerlas del agua y asegurar el funcionamiento óptimo del sistema.
  8. Comprobación y ajuste: Activa el sistema y verifica que todas las conexiones funcionen adecuadamente. Verifica cuidadosamente que no haya fugas y ajusta la dirección o cobertura de los aspersores según sea necesario.
  9. Cierre de zanjas: Rellena cuidadosamente las zanjas con tierra y grava, compactándolas para proteger las tuberías y obtener un acabado limpio en tu jardín.

Herramientas y materiales necesarios

Antes de instalar el sistema de riego automático en tu jardín, es importante reunir todas las herramientas y materiales requeridos para realizar un trabajo ordenado y sin contratiempos.

  • Pala y picota: Herramientas para realizar la excavación de zanjas donde instalarás las tuberías del sistema. Permiten un trabajo preciso y menos agotador.
  • Uso de cortador de tubos de PVC: Es una herramienta esencial para cortar los tubos con precisión y sin dañar los bordes, evitando posibles filtraciones.
  • Programador automático: Dispositivo electrónico que controla cuándo, cuánto tiempo y con qué frecuencia se realiza el riego en cada sector del jardín.
  • Válvulas solenoides: Piezas encargadas de regular el paso del agua hacia cada uno de los circuitos de aspersores; reciben la señal del programador.
  • Aspersores: Elementos encargados de distribuir el agua de manera uniforme sobre el área seleccionada; disponibles en diferentes tipos según la extensión y características del jardín.
  • Tuberías PVC: Conductos resistentes que transportan el agua desde la fuente principal hasta los aspersores; deben elegirse según el caudal de agua disponible.
  • Conectores (en T o en L): Piezas esenciales para realizar derivaciones o cambios de dirección en el sistema de tuberías del jardín.
  • Sensor de lluvia: Dispositivo que desactiva el riego automáticamente cuando detecta lluvias, ahorrando agua y protegiendo tus plantas de un exceso innecesario.

Programación del sistema de riego automático

Una vez instalado el sistema de riego automático, llega el momento de programar la frecuencia y duración del riego. Esto lo harás desde el programador, que generalmente funciona mediante un sencillo panel digital. Primero, define qué días de la semana y a qué horas quieres regar cada sector de tu jardín. Luego, establece una duración específica para cada circuito, dependiendo del tipo de planta, clima, exposición solar y suelo. 

Las áreas con césped, por ejemplo, pueden requerir tiempos cortos de riego pero más frecuentes, mientras que las plantas ornamentales podrían necesitar períodos más largos pero menos seguidos. Por lo que, configura el programador ajustando estos parámetros claramente según las especificaciones del fabricante, siguiendo las indicaciones del manual incluido con el equipo. Es recomendable revisar periódicamente los ajustes, especialmente durante los cambios de estación, para asegurar que las plantas reciban siempre la cantidad correcta de agua. Así mantendrás tu jardín saludable sin desperdiciar recursos.